Uno de los elementos que mayores daños produce en tu jardín es el frío, son muchas las especies que no resisten las bajas temperaturas, sobre todos aquellas que están en macetas, que sufren más que las plantadas directamente sobre el suelo. Para proteger las plantas de las heladas debes cubrirlas en a medida de lo posible.
Es fundamental proteger las raíces de las plantas del frío, porque son la parte vital de la planta y la más sensible. Para plantas en maceta puedes forrar la maceta con nylon burbuja en el interior y luego colocar la tierra y el cepellón.
También puedes forrarlas por fuera, aunque el resultado no sea tan efectivo. Para forrar las macetas por fuera puedes utilizar nylon burbuja, arpillera, alfombras viejas, cartones o papel periódico. Estos materiales funcionan como aislantes, manteniendo el calor de la tierra.
Dicha capa aislante térmica sirve además para proteger las macetas de materiales frágiles (cerámica, terracota, etc.) de quebraduras debido al frío excesivo o los cambios bruscos de temperatura.
Cuando las temperaturas sean demasiado bajas o se esperen heladas, es preferible cubrir toda la planta, principalmente por las noches. Amontona las macetas contra una pared, con las más altas del lado de la pared y las más bajas en la fila exterior. Coloca dos estacas altas en las macetas de los extremos y cúbrelos con plástico, arpillera u otro material que sirva para proteger las plantas de las heladas.
Si no tienes ninguna pared, puedes armar una estructura de soporte del nylon con dos caballetes o sillas, luego coloca las macetas en medio, con la planta más alta en el centro y colócale una estaca alta.
Es importante que durante el día descubras las plantas para que respiren, reciban luz y eliminar el exceso de humedad.
El viento suele acompañar a las heladas y es un elemento peligroso para las plantas en maceta pues puede derribarlas. Una forma de evitar esto es colocar piedras grandes sobre el sustrato, o también colocar la maceta dentro de un recipiente con la base más ancha que el cuello, de modo que mantenga el equilibrio.
Los arbustos y árboles jóvenes también sufren con el frío y el viento, para proteger estas plantas de las heladas debes colocar estacas en el terreno alrededor de cada ejemplar y luego cubrirlas con algún tejido o lámina plástica, fijados con cuerdas o grapas jardineras. Usa la protección durante las noches y en algunos casos, durante todo el día en los meses más fríos.
Además de la protección de la planta, debes proteger el suelo para evitar daños en las raíces, con una capa de material orgánico (paja, corteza, hojas o musgo) que ofrece una buena protección.
En muchos casos basta con acolchonar el suelo para evitar que la planta muera de frío. Las partes aéreas de la planta pueden regenerarse en primavera con una buena poda, mientras que las raíces dañadas son irrecuperables.
Si tienes plantas delicadas o exóticas en macetas, trasládalas al interior durante el invierno o a un invernadero.
El riego es un elemento clave en el cuidado invernal de las plantas. Debes cuidar el drenaje del suelo en los cultivos de jardín, para evitar que retengan el agua de riego o de las lluvias, ya que el agua podría congelarse bajo tierra y destruir tus plantas.
La frecuencia y el volumen del riego debe disminuir desde fines del verano, hasta hacerse nulo o casi nulo (según la especie) durante los meses más fríos.
Fuente: http://www.blogdeflores.com/consejos-para-proteger-las-plantas-de-las-heladas/