La falta de experiencia y sobre todo la impaciencia hace que muchas veces al diseñar un jardín se comentan errores que luego dificultarán su crecimiento e incluso nos obligarán a rehacerlo en parte.

Estos son los fallos más habituales que debemos evitar en un jardín:

1. Escoger plantas que no se adaptan bien a nuestro clima o tipo de suelo. Estas plantas se desarrollarán lentamente y tendrán un aspecto poco lustroso en nuestro jardín. Nos darán mucho más trabajo y serán más sensibles a ataques y enfermedades.

2. Plantar en una época equivocada. Aunque ahora las plantas vienen preparadas para poder plantarlas en cualquier época del año, muchas plantas no consiguen adaptarse y mueren por no tener en cuenta cuándo es la mejor época para plantar cada tipo de planta.

3. No tener en cuenta las dimensiones que tomarán los árboles y arbustos en su edad adulta. Esto hace que plantemos árboles demasiado cerca de la casa o en lugares donde no tengan suficiente sitio para crecer viéndose obligados a podarles al cabo de varios años.

4. Cultivar las plantas en un suelo de mala calidad. La tierra es la base sobre la que crecerá el jardín y dónde las plantas encontrarán los nutrientes que necesitan para desarrollarse mostrándonos toda su belleza. Si el suelo es pobre y de mala calidad, el primer paso es realizar una mejora del suelo.

5. Elegir arbustos voluminosos para los bordes de los senderos. Los arbustos crecerán rápido invadiendo los senderos y obligándonos a realizar podas frecuentemente.

6. No utilizar setos vegetales para crear una barrera contra el ruido y la contaminación. Los setos contribuyen a crear un pequeño ecosistema en el jardín en el que las plantas crecerán más protegidas del viento y de la contaminación facilitando el trabajo del jardinero y proporcionando un espacio más íntimo y saludable.

7. No aprovechar las variaciones cromáticas de algunas plantas para crear combinaciones de gran belleza en las distintas estaciones.

8. Colocar las plantas anuales demasiado cerca o alejadas entre sí por no respetar las instrucciones de envase de las semillas o bulbos. Si las plantas crecen muy juntas o muy separadas entre sí no conseguiremos crear una combinación vegetal estética. Además las plantas no se desarrollarán fuertes si no cuentan con suficiente espacio y tendrán más problemas de plagas y enfermedades al encontrarse más débiles.

9. No realizar podas de formación y mantenimiento en las épocas adecuadas para cada planta. Los árboles y arbustos se forman en los primeros años. Si crecen sin control tomarán una forma salvaje que ya no podremos modificar. Por otra parte, las posteriores podas de mantenimiento permiten mantener la estructura y estética de las plantas.

10. Abusar del uso de fertilizantes y abonos químicos. Los abonos químicos pueden aportar a las plantas más nitrógeno del que necesitan, lo cual hace que la savia se vuelva más dulce atrayendo plagas como pulgones. Por otra parte, las plantas alimentadas con abonos químicos requieren más agua siendo más sensibles a la sequía.

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