En un jardín no sólo crecen las plantas que hemos plantado. La tierra contiene semillas enterradas y el aire y los animales pueden traer semillas de los jardines o campos próximos. Así que, principalmente en primavera, en el jardín siempre brotan plantas inesperadas, a veces de sobra conocidas, a veces misteriosas.
Los cardos inmensos y repletos de espinas que tan difíciles resulta de eliminar brotan inocentemente a finales de primavera o principios del verano. Las amapolas, bellas siempre que no lo invadan todo, brotan sin control a principios de la primavera.
Sólo son algunos ejemplos de malas hierbas que al estar muy adaptadas a nuestro clima y tipo de suelo se extienden rápido invadiéndolo todo en pocos días. En su defensa podemos decir que en muchos casos se trata de plantas atractivas. Si, un cardo en flor o una amapola tienen su belleza. Aquí puedes verlo:
Foto Eryingium bourgatii
Sin embargo, cuando comienzan a extenderse como una plaga pierden todo el atractivo para convertirse en nuestra pesadilla. Además, su belleza es fugaz, pronto se secan dispersando sus semillas y permanecen marchitas durante meses estropeando la estética de nuestro jardín y obligándonos a eliminarlas.
Por lo tanto, aunque tengamos un jardín orgánico, no podemos dejar crecer las hierbas espontáneas a sus anchas. Lo que si podemos hacer es que las malas hierbas se trasformen en plantas silvestres integradas en el jardín formando parte de las plantas anuales que sembramos cada temporada. Y por supuesto, sin necesidad de utilizar pesticidas o productos químicos de ningún tipo.
¿Cómo conseguir un jardín ecológico sin malas hierbas?
1) Frenando la brotación de las malas hierbas. Con estas medidas estaremos reduciendo significativamente la aparición de malas hierbas:
- Mulching o acolchado. En el huerto, en el seto y entre zonas de arbustos cubriremos el suelo con un acolchado de hojas, cortezas, paja, piedras decorativas…
- Plantas de relleno y plantas tapizantes. En los macizos, en zonas de árboles o en espacios con mucha separación entre plantas podemos utilizar plantas vivaces para rellenar los huecos o plantas tapizantes que se extiendan por la tierra creando una alfombra vegetal.
- Malla antihiebas. En los jardines de rocas, jardines de aromáticas o zonas donde vayamos a cultivar un número reducido de plantas podemos instalar una malla antihierbas que luego cubriremos con acolchado.
2) Controlando la expansión de las plantas espontáneas que a pesar de las medidas anteriores seguirán brotando en el jardín, aunque en mucho menor número.
- Usar compost sin semillas de malas hierbas. No añadiremos las malas hierbas al montón de compostaje.
- Arrancar las plantas espontáneas con toda su raíz lo antes posible para evitar su expansión y la formación de semillas que se dispersarían sin control.
- Estar especialmente atentos en primavera.
A pesar de todas estas medidas, unas cuantas plantas espontáneas acabarán creciendo en nuestro jardín sin crear ningún problema ni suponer ningún riesgo. Son un número reducido de plantas espontáneas controladas que aportarán un bonito aspecto silvestre y estacional al jardín.
Y tú, ¿tienes algún truco para controlar las malas hierbas en tu jardín?