La mayoría de las plantas que ahora conocemos producen flores y semillas para propagarse a través de grandes extensiones mediante la ayuda del viento, los insectos y otros animales más grandes.
Sin embargo, hace millones de años las plantas no tenían flores y se reproducían a través de esporas. Son las que hoy en día llamamos plantas primarias o plantas sin flor:
Helechos: Se han encontrado restos fósiles de helechos con casi 400 millones de años de antigüedad pertenecientes al grupo de las Pteridofitas. Actualmente existen más de 12.000 especies de helechos distribuidos por todo el mundo.
Sus hojas grandes, en color verde intenso y de formas y diseños atractivos hacen que los helechos sean plantas muy interesantes y decorativas para jardines de zonas húmedas. En el envés de sus hojas podemos distinguir las esporas que les sirven para propagarse.
Musgos: Dado el pequeño tamaño de esta planta, existen pocos restos fósiles que ayuden a conocer su origen. Los microfósiles encontrados demuestran que los musgos ya crecían en nuestro planeta en el Silúrico, hace 400 millones de años.
Hoy en día los musgos crecen en bosques y jardines húmedos creando una bella capa verde que protege el suelo de la erosión y favorece su regeneración. Siempre que cuente con sombra y humedad, el musgo se irá extendiendo por el suelo a través de las esporas que libera.
En los jardines japoneses el musgo se deja crecer bajo los árboles sustituyendo al césped. Así consiguen aportar naturalidad, calma y antigüedad al jardín.
Cola de caballo: Esta familia de plantas formaba bosques enteros hace más de 400 millones de años. Sus tallos llegaron a alcanzar los 20 metros de altura tal y cómo se ha comprobado en algunos de los restos fósiles encontrados. Hoy en día sólo sobrevive un único género de la familia Equisetaceae y cuenta con 15 especies.
Son plantas de aspecto primitivo, con tallos rígidos de menos de altura inferior a un metro que recuerdan las crines de los caballos. Se reproducen por esporas.
La cola de caballo es una planta muy valorada por sus propiedades medicinales y también se utiliza en jardinería ecológica para la preparación de abonos e insecticidas orgánicos.
Coníferas: Las coníferas existen desde hace unos 300 millones de años. Hoy en día encontramos 6 familias con unas 600 especies, y siguen teniendo gran protagonismo en nuestros jardines, parques y bosques.
Las coníferas producen piñas o conos en lugar de flores dentro de los cuales se incluyen las semillas. Al desprenderse de la planta y entrar en contacto con la tierra, dan lugar a nuevas plantas.