La forma, el color y la textura de las plantas son las principales herramientas para diseñar un jardín. Si además elegimos una buena combinación de plantas con hojas o flores fragantes en distintas épocas del año, tendremos un jardín perfumado en el que, a través del olfato, muchos buenos momentos quedarán grabados en nuestra memoria para siempre.
Son muchas las plantas con las que podemos crear nuestro jardín fragante. Al elegirlas debemos tener en cuenta qué parte de la planta desprende olor y en qué época, así como conocer bien su fragancia para realizar buenas asociaciones consiguiendo un conjunto de olores armonioso.
Una mimosa nos proporcionará un aroma dulce y delicado desde finales del invierno a principios de primavera coincidiendo con su abundante y llamativa floración.
Algunas plantas bulbosas como el jacinto y el narciso florecen al comenzar la primavera y aunque sus flores duran sólo unas semanas, impregnarán el jardín de una extraordinaria fragancia justo antes de que el resto de plantas despierten del letargo invernal.
Camelia en flor
La mayoría de especies de camelia se cubren de magníficas flores de fragancia cautivadora entre los meses de febrero y abril, siempre que se escojan variedades aromáticas.
En abril y mayo la explosión primaveral coloreará el jardín de un verde intenso al que se irán añadiendo amarillos, naranjas, rojos, rosas, azules, a medida que una gran variedad de plantas entran en flor. Entre algunas de las flores que aportan aroma en el jardín de primavera tenemos las de los lírios, lilos, wisterias, crataegus laevigata, algunas especies de jazmín…
Llegamos al mes de junio. En este mes en que la primavera se funde con el verano es cuando florecen gran parte de las plantas más aromáticas del jardín. Muchas de estas plantas permanecerán en floración hasta bien entrado el otoño. Rosas, gardenias, peonías, claveles, lavandas, madreselvas, aligustres, saúcos, abelias, buddleias e hinojos entre otras, nos regalan sus flores perfumadas desde finales de primavera hasta finales de otoño. Pero también muchas hojas desprenden fragancia en estas fechas, jara, melisa, hierbabuena, orégano, salvia, menta, tomillo…
Peonía en flor
Con la llegada del frío invernal las opciones se reducen, pero también podemos recurrir a alguna especie que dé sus flores precisamente en los meses de invierno. La camelia sasanqua florece desde octubre a enero y sus flores son muy perfumadas. El jazmín nudiflorum da sus flores fragantes de color amarillo entre los meses de noviembre y febrero.
Además, siempre conviene contar con plantas como el laurel o el romero, cuyas hojas aromáticas aportarán fragancia al jardín durante todo el año.
¿Preparado para disfrutar de tu jardín con todos los sentidos?