Si cultivas tu propio huerto ecológico o pretendes hacerlo, uno de los primeros pasos es conseguir semillas de calidad que proporcionen hortalizas sanas y sabrosas. Al hacerlo, no debemos olvidar que la esencia de un huerto orgánico la constituye la diversidad de plantas y fauna que formarán un ecosistema en equilibrio capaz de protegerse a sí mismo de las plagas, de las enfermedades y de las inclemencias meteorológicas.
Así que, al crear nuestro huerto ecológico es posible que nos surja la siguiente duda: ¿Es necesario que las semillas sean ecológicas?
Las semillas ecológicas se producen mediante procesos naturales y dan lugar a plantas más resistentes contra plagas y enfermedades. A su vez, los fabricantes de semillas ecológicas optan por variedades locales mejor adaptadas a la zona y más apreciadas por su sabor que por su aspecto. Lo mejor es comprar semillas ecológicas certificadas.
Las semillas convencionales pueden dar lugar a hortalizas ricas en sabor y nutrientes si las cultivamos de forma orgánica, sin embargo, no dejan de ser semillas que han sido tratadas con productos químicos e incluso pueden estar modificadas genéticamente. Esto hace que den lugar a hortalizas poco resistentes al cultivo orgánico, hortalizas “diseñadas” para ser alimentadas con fertilizantes químicos y tratadas con pesticidas para poder resistir las plagas.
Los fabricantes de semillas convencionales crean variedades de hortalizas para un mundo global que se puedan cultivar en cualquier clima y región del mundo, que sean muy productivas y que den una cosecha “bonita” para los escaparates de las fruterías. Su sabor y la calidad de sus nutrientes no importa tanto.
Por lo tanto, para tener un huerto orgánico no es imprescindible utilizar semillas ecológicas aunque si más conveniente. Las semillas ecológicas comparten la esencia principal de todo huerto biológico y son la base ideal para disfrutar de una cosecha rica y saludable: