Las pendientes, hundimientos y ondulaciones del terreno suavizan el paisaje y crean movimiento en un jardín.
Si el terreno en el que vamos a poner el jardín es llano conviene crear ondulaciones realizando movimientos de tierra y añadiendo más tierra si es necesario.
Para ello usaremos retroexcavadoras de jardín capaces de mover grandes cantidades de tierra en poco tiempo. De esta forma moldearemos el terreno para crear distintos espacios a diferentes niveles con macizos de plantas anuales, jardines rocosos, zona de aromáticas, un jardín acuático…
Para evitar que el agua de lluvia se acumule en las áreas hundidas es necesario construir pequeños surcos o canales de drenaje.
Si optamos por incluir algún desnivel fuerte, crearemos un muro de contención que armonice con el diseño del jardín y favorezca la absorción del agua.