En los viveros o centros de jardinería podemos encontrar plantas con cepellón preparadas para plantar en el jardín en cualquier época del año. Sin embargo, los resultados serán mejores si plantamos en otoño o en primavera, dependiendo del tipo de planta o del clima del jardín.
Los árboles y arbustos de hoja caduca es mejor plantarlos a finales del otoño, cuando hayan perdido la hoja y se encuentren en reposo vegetativo.
Las plantas de hoja perenne se plantarán en otoño en zonas de inviernos suaves y en primavera en climas fríos.
Si plantamos en otoño es importante proteger las raíces y la base del tronco del frío invernal colocando un acolchado de hojas.
Si plantamos en primavera es fundamental regar con frecuencia desde el momento de realizar la plantación hasta el inicio de las lluvias otoñales dado que la planta cuenta todavía con un sistema radicular muy pequeño.
En los árboles y arbustos, tanto de hoja caduca como perenne, conviene planificar bien los riegos durante los primeros años para conseguir que la planta genere un buen sistema radicular, lo que hará que sea mucho más resistente a la sequía en un futuro. Para favorecer el desarrollo de las raíces es conveniente realizar riegos profundos que iremos distanciando en el tiempo poco a poco para obligar a las raíces a extenderse hacia abajo en busca de humedad.
Las plantas anuales se plantan en primavera, una vez haya finalizado el riesgo de fríos intensos o heladas.
Los bulbos se plantan en otoño o invierno según se trate de bulbos de floración primaveral o bulbos de floración estival respectivamente.