La clave para evitar plagas y enfermedades en el huerto ecológico es conseguir mantener el equilibrio del pequeño ecosistema del huerto de forma que las plantas y hortalizas estén fuertes para resistir adversidades climáticas o el ataque de insectos y parásitos.
Para que nuestro huerto ecológico forme un ecosistema en equilibrio, debemos poner en práctica distintos métodos:
- Hacer una buena distribución de las hortalizas en el huerto para establecer asociaciones favorables y respetar las rotaciones entre hortalizas.
- Incluir en el huerto arbustos, árboles, aromáticas y otras plantas perennes que puedan servir de alimento y cobijo durante todo el año a los animales beneficiosos del huerto.
- Cuidar el equilibrio de la tierra realizando prácticas respetuosas como el acolchado que protege al suelo de las inclemencias climáticas, el abonado orgánico según el tipo de hortaliza o el laboreo en superficie evitando invertir las capas del suelo.
- Arrancar rápidamente los restos de cosecha para evitar que sean atacados por enfermedades o plagas.
- Instalar protecciones físicas en el huerto contra animales, vientos, contaminación…
En un huerto ecológico la propia biodiversidad del entorno favorecerá un control biológico de los animales y parásitos dañinos que evitará que estos se conviertan en plaga.
Mariquita comiendo pulgones. Autor: Scott Bauer
Las condiciones climáticas que puedan darse puntualmente, como una ola de calor estival que se alargue varios días, una época de lluvias que someta a las plantas a un ambiente excesivo de humedad, o un temporal de frío extraordinario, pueden romper en alguna ocasión el equilibrio del huerto debilitando a las plantas y provocando alguna enfermedad o plaga puntual.
Para esos casos, el huerto ecológico cuenta con insecticidas y fungicidas orgánicos que nos ayudarán a corregir el desequilibrio.